Nuestra vida cotidiana está llena de “estrés”. Además lo que se percibe como estresante es muy diferente para cada uno. Pero, ¿sabías que un poco de estrés en realidad puede ser bueno para ti? La cantidad correcta de estrés puede aumentar tu rendimiento y ayudarte a dar lo mejor de ti en tareas y desafíos. La clave es encontrar el nivel ideal de estrés donde te sientas motivado pero no abrumado.
Encontrar tu equilibrio
Piense en el estrés y el rendimiento como un balancín. Hay un punto en el que se equilibran perfectamente, donde el estrés optimiza tu rendimiento, ayudándote a alcanzar tu máximo potencial. Pero más allá de eso, todo es cuesta abajo. Tu objetivo es mantenerte en este lugar equilibrado. Aquí tienes algunas estrategias para el manejo del estrés y el rendimiento máximo.
Conoce tus factores de estrés (también conocidos como estresores)
Descubre qué es lo que te estresa. ¿Es trabajo de última hora, plazos o hablar frente a la gente? ¿Es algo externo o cosas dentro de ti (pensamientos o sentimientos)? Conocer tus estresores es el primer paso para manejarlos mejor.
Haz que el estrés trabaje para ti
El estrés no es necesariamente el enemigo; realmente puede ser un poderoso aliado. Puede ser un motivador. Te empuja hacia la productividad, para terminar tareas y cumplir metas. La energía y la urgencia que trae el estrés pueden aprovecharse para enfocar tus esfuerzos y superar los desafíos. Solo recuerda, hay una delgada línea entre el estrés útil y abrumador. Deja que te impulse pero sé consciente de su capacidad para abrumarte, no permitas que te domine.
Tomar descansos regulares
Nunca subestimes el poder de tomar un respiro. Los descansos no son negociables, y pueden recargar significativamente tus baterías. Tomar descansos cortos durante el día puede evitar que te estreses demasiado. Esto podría significar dar un paseo alrededor de la cuadra o simplemente salir de tu lugar de trabajo. Ya sea una caminata de cinco minutos, algunos ejercicios de respiración profunda o un momento de meditación, estas pausas ayudan a recargar tus baterías mentales y prevenir el agotamiento. Y sí, esto incluye tomar un descanso adecuado para el almuerzo, incluso en los trabajos más concurridos.
Construya su kit personal para aliviar el estrés
Las estrategias de afrontamiento son personales. Saber qué alivia tu estrés es como tener un kit de herramientas personal listo en cualquier momento. Podría ser actividad física, una sesión de mindfulness, o una charla con un amigo. Identifica los tuyos y tenlos a mano. La clave es tener una estrategia de referencia cuando se dan los momentos de alta presión. Saber qué te ayuda a desconectar y aliviar tu estrés es crucial.
Aprende a decir no
Comprometerse en exceso y sobrecargarse es una manera segura de presionar el botón de sobrecarga de estrés. Apunta a metas y límites realistas, lo que será crucial para mantener tu bienestar. Prioriza, delega y aprende a decir no. Está perfectamente bien decir no a las demandas que te sobrecarguen. Establece límites que protejan tu bienestar.
Comprende tus límites de estrés
Todo el mundo tiene un punto de quiebre. Reconoce tus umbrales de estrés personal y cuándo dar un paso atrás. Prestar atención a las señales de tu cuerpo y mente es clave para prevenir sobrecargas y mantener el equilibrio. No tengas miedo de dar un paso atrás cuando sea necesario.
En conclusión
Encontrar tu nivel óptimo de estrés no se trata solo de evitar el burnout; también se trata de aprovechar el estrés para aumentar el rendimiento. Al comprender tus factores estresantes, tomar el control de tus acciones y mantener un equilibrio saludable, estás en camino de prosperar incluso bajo presión.
Con toda la información correcta al alcance de tu mano, sé que dar el siguiente paso para aplicar este conocimiento puede ser un desafío. Si necesitas orientación aplicándolos comunícate conmigo. Juntos, encontraremos cómo adaptarlos a tus necesidades, asegurando que puedas avanzar con confianza y eficacia.